DE ACUERDO CON LA PUBLICACIÓN del periódico Excelsior en 1928, se buscaba atractivas jóvenes solteras, entre 18 y 25 años de edad, para concursar en el primer certamen de Señorita México. Cientos de participantes mandaron sus fotografías, entre ellas una con el nombre de María Teresa Landa.
Ávida lectora, egresada de la Escuela Normal y matriculada en Odontología, la joven María Teresa –de grandes ojos llenos de vida y cabello corto ligeramente ondulado a la moda de aquella época– destacó entre las demás, convirtiéndose en