SER MAMÁ EN TIEMPOS DE COVID
Ser mamá es “un trabajo de 24 horas”, como apunta la autora del libro Mamá desobediente, Esther Vivas, en los contundentes posteos que hace sobre maternidad por medio de Instagram. Es navegar entre un circo de tres, cinco u ocho pistas –o todas las necesarias para sacar adelante el día– y también es someterse al duro escrutinio de la sociedad que busca ‘madres perfectas’.
En la mayoría de los casos, ser mamá resulta un reto de dimensiones que no se alcanzan a entender hasta que te conviertes en una. Por supuesto, también se trata de uno de los roles más gratificantes y hermosos que pueden existir. No por nada muchas mujeres lo consideran como “lo mejor que les ha pasado en la vida”.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, 72.3% de las mujeres mexicanas de 15 años y más (35.2 millones) ha tenido, al menos, una hija o hijo nacido vivo. De ellas, 7% son madres solteras.
Hasta el año pasado (2021), la tasa global de fecundidad de las mujeres mexicanas era de 2.03 hijos/hijas, según
