Tomás Vega Moralejo
La que hay liada con el tema de la dificultad y lo fácil que es… Por ejemplo, yo empleé nada menos que 70 horas, con la expansión . Alguno de los que quieren juegos difíciles (y el que no pueda con eso, que se fastidie) estará pensando ya que qué tipo más torpe soy. Pero no se trata de torpeza: se trata de gustos. Yo disfruté mucho de ese juego jugando tranquilamente, explorando, sobre todo. Es cierto que me resultaba muy fácil matar incluso a las peores máquinas, pero es que, de haber tenido que dedicar quince minutos a cada una, sencillamente, habría abandonado, porque no es la lucha sin cuartel lo que a mí me apetece de un juego. Entonces, ya está: es tan sencillo como que un juego tenga varios modos de dificultad, y cada cual que escoja el que quiera. No por eso es mejor ni peor que los demás jugadores: simplemente, tiene otros gustos o preferencias. ¿Que solo tiene modo difícil? Pues es un juego que a mí ni se me pasa por la cabeza comprar… ¿Es más guay por no disponer de un modo fácil? No: simplemente, venderá menos.