NUEVA VIDA
Sabido es que París bien vale una misa... Pero hay algunos que han renunciado a vivir en la Ciudad de la Luz para ganar otras cosas. Es el caso del creador de origen israelí Arik Levy y su esposa, la artista Zoé Ouvrier, quienes en 2019 decidieron dejar París y mudarse, junto a sus dos hijas adolescentes, a una casa de campo con un jardín de 12.000 m , al que han convertido en un, a partir de mayo. Poderosas tradiciones y vibraciones artísticas impregnan este lugar,una vivienda y jardín construidos hace 28 años por la bailarina de ballet Sylvie Guillem, muy cerca de Saint-Paul-de-Vence, uno de los pueblos más antiguos y bellos de la Costa Azul, que enamoró a artistas como Matisse, Chagall, Renoir, Miró, Picasso..., una localidad que acoge a grandes centros de arte, y galerías.
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