EN EL CENTRO DEL CONFLICTO, LA NEUTRALIDAD DE KIEV
PARÍS.— Exigida por el presidente ruso, Vladimir Putin, e inicialmente rechazada por el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, la neutralidad de Ucrania es un punto neurálgico de las relaciones entre Moscú y Kiev. Es uno de los motivos de la actual guerra desatada por Rusia y estuvo en el meollo de la ronda de discusiones que las delegaciones de ambos países sostuvieron en Estambul el pasado 29 de marzo.
Al salir del encuentro, el cuarto en un mes, David Arakhamia, quien encabeza a los negociadores de Ucrania, se mostró más esperanzado que sus pares rusos, al pretender que los resultados de las discusiones habían sido “suficientemente alentadores para poder pensar en un encuentro a nivel de jefes de Estado”.
Más medido, Vladimir Medinsky, quien dirige la delegación rusa, mencionó “discusiones sustanciales” e insistió en la necesidad de someter las propuestas de Ucrania a Putin. Concluyó, sibilino: “Se acercará la posibilidad de firmar la paz siempre y cuando se efectúe un trabajo rápido sobre semejante acuerdo y se logren los compromisos necesarios”.
Por su lado, Alexandre Fomine, viceministro ruso de Defensa, señaló que Rusia había decidido reducir de “manera radical” la actividad militar hacia Kiev y Chernígov en aras de “aumentar la confianza recíproca”.
Al día siguiente, sin embargo, después de
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