DE VIAJE CON LAS GROY PIES DE HOY
staba tomando una margarita, el borde salado bañaba sus labios; el solo de guitarra vibraba por su cuerpo mientras se movía. La banda estaba tan cerca que podía ver sus barbas resplandecientes con las luces del escenario. El público, inmenso y aparentemente interminable, coreaba y gritaba su nombre: aquel de la estrella del rock con la que esa mujer se iría a casa aquella noche. De pie junto a ella, a un lado del escenario, Faye Moore la miró con asombro. Decidió, en ese mismo momento, lo que le depararía su futuro. “La miré y lo supe. Era su estilo. Era todo lo que yo quería ser”. Ahora, con 21 años y resplandeciente con pieles , un pelo rubio desteñido y unas manos que encienden un cigarro o gesticulan salvajemente mientras cuenta sus propias historias de pases entre bastidores y amantes de renombre, Faye está viviendo ese sueño. Es –entre otras cosas– una . Pero el término ha pasado por muchas versiones, desde “amante de la música” a “zorra”, incluso “víctima”, así que… ¿cuál es su significado hoy en día? Sobre todo en un mundo donde ya no seguimos el autobús de la gira, sino las redes sociales de nuestras estrellas favoritos. Me propuse conocer a las auto-proclamadas , del pasado y presente, para averiguarlo. “Si te decimos lo que es ser , ¿lo entenderás, de verdad?”, fue el eslogan utilizado para describir un número especial de 1969 de la revista , que introdujo el término y la contracultura de mujeres que lo encarnaban en la consciencia nacional. El artículo describía a una como una “chica que sale con bandas” y afirmaba que “convertirse en han aparecido en películas (), escrito libros de memorias con gran éxito ( de Pamela Des Barres) e influido en todo, desde las letras de las canciones hasta las pasarelas.
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