TOMÉ ESTA FOTOGRAFÍA a través de la ventana de una casa abandonada en una aldea del oeste de Uganda. Mientras observaba, un chimpancé silvestre entró en el patio y luego otro más. Para mi alegría, sabía que no podían verme detrás del cristal reflectante.
En trabajos de campo anteriores había estado cerca de decenas de chimpancés silvestres. Sin embargo, hasta este trabajo fotográfico de 2017 nunca había intentado esconderme de ellos.
Eso fue antes de conocer a la familia Semata y ver de primera mano cómo es que el deterioro de la tierra y los bosques, además de la escasez de alimentos y cultivos, pueden desatar la competencia entre los primates: los que viven dentro