DESCUBRIENDO A VICTORIA
«QUIERO MOSTRARME ANTE LA GENTE PARA QUE ME VEAN TAL CUAL SOY, PORQUE LA IMAGEN QUE SE TIENE DE MÍ NO ES LAVERDADERA»
Como haber encontrado una aguja en un pajar. Un hallazgo que no por arduo resulta menos alentador. Esa es exactamente la sensación que produce conversar con Victoria Federica de Marichalar de Borbón (Madrid, 2000), uno de los secretos mejor guardados y que promete ser el gran descubrimiento del nuevo relevo generacional. Está nerviosa, lo reconoce nada más llegar a nuestra cita, en uno de sus restaurantes madrileños favoritos. Y no es para menos: se trata de la primera entrevista que concede en su vida. Sin embargo, no le resulta difícil romper el hielo frente a un suculento plato de ensaladilla rusa como aperitivo. Tiene muy claro su propósito: «Quiero mostrarme ante la gente para que me vean tal cual soy, porque la imagen que se difunde de mí no es la verdadera, tengo las mismas inquietudes que cualquier otra chica de mi edad», apostilla mientras se arrellana en el sillón y va ganando confianza. «Aunque no creo que necesite presentarme, sinceramente. Presentada ya estoy», bromea arrugando la nariz y esbozando una media sonrisa tímida, pero cargada de intención, que recuerda a un gesto heredado de su madre. A los 21 años, la hija de Elena de Borbón y Jaime
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