EL MEJOR CONSEJO QUE HE TOMADO PARA CONOCER UNA CIUDAD es el de perderme en ella. No literalmente, como si estuviera dentro de un laberinto, sino en el sentido de tomar un punto clave del destino para caminar y caminar hasta que termine empapado de su aire, sus sonidos, la gente y su arquitectura.
Así he aprendido sobre el estilo y características de cada urbe, también de cómo todas tienen algo que nos conecta con una historia o imagen popular que las identifica, por ejemplo, el edificio Chrysler en Nueva York, el