Persiguiendo la belleza
a capacidad para soñar de Gergei Erdei no ha menguado un ápice. Si en su infancia fantaseaba con la belleza de castillos, palacios y objetos vetustos, plasmados en infinitos dibujos que ocupaban la mayor parte de su tiempo, ahora materializa esas ensoñaciones en objetos de deseo. Este artista de 29 años, natural de Budapest, ha convertido su firma de decoración epónima en una de las más codiciadas y celebradas del sector a nivel global. Cojines, bandejas, manteles o vasijas producto de una amalgama de inspiraciones que van desde la antigua Roma hasta la década de los setenta, sin perder de vista el espíritu contemporáneo. “Realmente no diseño para encajar en ninguna tendencia o dirigirme a un cliente específico. Mi mentalidad es que, si alguien
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