Ante la venta de Banamex, los dilemas de su colección
La duda sobre el patrimonio cultural de Banamex acecha de nuevo.
La primera vez fue en 1982, con la nacionalización de la banca por decreto presidencial (Proceso 305, 306); luego ante la reprivatización del banco en 1991 (Proceso 775); después ante la compra de Banamex por el consorcio estadunidense Citigroup en 2001 (Proceso 1288), y ahora, 20 años más tarde, con la puesta en venta del que alguna vez se llamó Banco Nacional de México.
Aunque Citigroup afirmó de manera reciente que “la venta del banco es integral”, es decir que incluye a Fomento Cultural Banamex (FCB), el gobierno federal recibirá lo correspondiente a la transacción en impuestos –lo que no sucedió hace dos décadas, en el gobierno de Vicente Fox–, reviviendo el tema de la adquisición e incluso la expropiación de la colección.
En 2001, ante la presión de especialistas, académicos y políticos que se reunieron en un Frente Pro Defensa del Acervo Cultural de Banamex, en el cual estuvieron la escritora Elena Poniatowska, el actual senador Jesús Ortega, la actriz Jesusa Rodríguez y el ahora secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, se pedía la expropiación de los bienes como pago por el daño del Fobaproa.
En esa ocasión la reportera Judith Amador se entrevistó en el antiguo Palacio de Iturbide 1289). Refirió que no era la intención de los grupos financieros deshacerse de ninguna de las obras de la colección y que ésta permanecería en México.
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