Fuimos las guapas y las tontas. Cocineras en la partida de fríos y pasteleras en el abismo del obrador. Sumilleres que no sabían de vinos y elaboradoras a la sombra del padre. Los ascensos se debieron a relaciones sexuales con hombres poderosos. De nosotras dijeron que éramos grandes ‘detrás de’ los grandes. Y ahora que se nos permite pecar de feas, tampoco nos pasemos de listas. Que nos entreguen algunos premios, pero los menos; pronunciemos algunas palabras, pero las justas. Si hay alguna chica en la sala, que pose para la foto. Cuando ganemos el concurso de coctelería, dirán que ha sido por moda y paridad; cuando vendamos mejor nuestros productos, por marketing y feminismo.
Tapas Magazine ha decidido ‘subirse al carro’ de los tiempos y entregar su premio anual, el Chef of the Year, a Dominique Crenn, cocinera francesa con tres Estrellas en Estados Unidos. Qué paradoja eso de ser iguales, a falta de vivir en la igualdad.
Si atendemos únicamente a las cifras, que no a las realidades, la hostelería es uno de los sectores más equiparados en cuanto a contratación. De los 1,4 millones de trabajadores, 739.000 son mujeres, lo que supone el 51,6% del total, según la Encuesta de Población Activa del INE.
Pero vamos con otros campos donde las chicas ganan por goleada. Por ejemplo, los contratos a tiempo parcial (el 65,8% de las asalariadas, frente al 34,2% de los hombres) y de carácter temporal (el 28,7% frente al 27,6%). Hostelería España insiste en que los indicadores han evolucionado favorablemente, y es cierto, pero queremos más.
No se trata de