Esquire España

PAU GASOL

“Yo no pierdo el tiempo, porque en la vida nunca sabes lo que puede pasar. Vivir es urgente”

Pau Gasol tiene una teoría: por mucho que poseas un don para hacer algo, no serás realmente excepcional en esa materia hasta que no le dediques 10.000 horas. Un año y pico, si no tienes necesidad de comer ni de dormir. Él excedió esa montonera de tiempo y sacrificio con el baloncesto y se convirtió en el mejor jugador español de todos los tiempos, en un inmortal de la NBA, en un... No nos enredemos en obviedades. Hay mucho más que contar.

Como le sucede a tantos deportistas de élite que afrontan el trance de la retirada, podría haber detenido el contador y vivir de la inercia. No es el caso. De una forma intuitiva desde el inicio de su carrera, y con un cariz mucho más cerebral en los últimos años, esas 10.000 horas de entrenamiento se multiplicaron en 10.000 horas de proyección profesional más allá del básquet y otras tantas de autoconocimiento personal. 30.000 horas (así, a ojo) condensadas en un triple que lanzó desde la línea de los siete metros el día que debutó con el Cornellá, que sobrevoló las canchas de todo el mundo durante más de 20 años y que entró limpio el día que anunció su adiós definitivo, unas semanas después su último partido oficial en los Juegos Olímpicos de Tokio.

La trayectoria inmaculada del vuelo de esa pelota ha generado un espejismo de perfección en la imagen pública de Pau Gasol. El líder humilde, el competidor con valores, el triunfador solidario. Ni los ángeles de san Rafael (Nadal) cantan loas con el arpa tan afinada. Si un guionista tuviera que escribir la película de su vida, seamos sinceros, se tiraría de los pelos por falta de morbillo. Lo presidencial del Hotel Arts de Barcelona en la que hemos quedado para este reportaje, es él quien revienta esa burbuja idealizada. No solo es una máquina de buen rollo que dispara coñas cafres sobre sus dotes como (que las tiene) o cuenta con naturalidad sus planes para vivir a caballo entre su ciudad natal y San Francisco, su base en EEUU, sino que también demuestra una gran agudeza para detectar y analizar esos claroscuros que al guionista vaguete se le habían pasado por alto, y que se concentran en sus últimos años en activo, desde que se lesionó en Milwaukee en 2019 hasta que jugó ese partido final en Japón.

Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.

Más de Esquire España

Esquire España2 min. leídos
Nacido Para Callejear
Está disponible en un solo motor de gasolina, el Skyactiv-G de 92 CV de cambio manual y sistema híbrido, con un motor eléctrico de 59 kW que le aporta etiqueta ECO y homologa (cumpliendo) 4,7 l/100. Así es el Mazda 2, el más pequeño de la gama, que e
Esquire España8 min. leídos
La Entrevista De Padula
Pocas veces me ha resultado tan difícil resumir en el espacio de esta sección la charla mantenida con un entrevistado. Pero es que en el caso del biólogo Fernando Valladares (Mar de Plata, Argentina, 1965), su inteligencia, su mirada crítica y honest
Esquire España2 min. leídos
“Queremos Crecer En Málaga”
Si fundar una marca de moda es todo un reto, hacerlo en cualquier lugar que no sea Madrid o Barcelona suena a una proeza. Pero esa es la apuesta del diseñador Álvaro Calafat: seguir creciendo en Alhaurín de la Torre, con su gente. ESQUIRE: ¿Por qué d

Libros y audiolibros relacionados