DIEGO FENOGLIO Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE
¿ A qué hora cierra Rapanui?”. La pregunta de la vicepresidenta Cristina Fernández a uno de sus asesores en plena sesión del Senado puso en boca de todos a la chocolatería y heladería fundada por Diego Fenoglio, heredero de un apellido y una estirpe que se hizo camino desde Bariloche hasta Buenos Aires y espera, en el corto plazo, exportar a América Latina, Europa y Estados Unidos.
“Nací en una olla de chocolate”, dice Fenoglio, que fundó Rapanui cuando se alejó de la empresa familiar que en ese entonces manejaba con su hermana Laura. Su padre Aldo y su madre Inés se instalaron en Bariloche en 1948 y allí abrieron la confitería Tronador. Cuando Diego tenía 20 años, su padre falleció y tuvo que hacerse cargo del negocio hasta 1996, cuando decidió dar el salto y crear Rapa Nui.
El desembarco en Buenos Aires fue en 2012, en Recoleta. Hoy tiene 12 locales, está por abrir uno en Nordelta, no quiere otorgar franquicias y emplea a más de 600 personas en el país. Facturó $ 1.467 millones en el ejercicio que terminó el 30 de abril de 2020 y proyecta para 2021 un incremento del 15% a valores constantes. Y, aunque el producto insignia de Rapanui son las FraNui (frambuesas congeladas y bañadas en dos chocolates), sus preferidos son
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