Verano de pueblos llenos pero poco turismo rural
La ‘nueva normalidad’ que nos dejó el primer estado de alarma por la pandemia de coronavirus Covid-19, poco o nada se parece a la vieja normalidad que conocíamos pero, al menos, llegó para devolvernos la movilidad entre provincias y comunidades. La gente empezó a desplazarse tímidamente a finales del mes de junio, de manera importante en julio y, “¿en agosto? Agosto ha sido agosto”, es la frase más repetida entre los hosteleros de turismo rural a Capital. En septiembre, no obstante, el número de viajeros y la ocupación de plazas rurales ha vuelto a caer por un caldo de cultivo aderezado por los rebrotes de la infección, las restricciones cada vez mayores ante el empeoramiento de la pandemia y la vuelta a las responsabilidades, al cole los niños y al trabajo los adultos.
A partir de ahora y hasta final de año el turismo rural se circunscribirá
