Con el montaje de sus jets listo para ser terminado por Bombardier después de casi seis décadas de producción y más de tres mil aeronaves entregadas, el programa Learjet llega al fin dejando un innegable legado de innovación y pionerismo. El bimotor surgió como una opción para quienes, en los años 1960, precisaban una aeronave particular que pudiese hacer las veces de los veloces aviones comerciales volando a elevadas altitudes, sólo que con la privacidad y la flexibilidad de una máquina propia. Así, juntamente con el modelo concebido por el ingenioso inventor autodidacta estadounidense Willian Powell Lear, o, simplemente, Bill Lear, nació el actual concepto de jet de negocios, lo que encantó (y viene encantando, desde entonces) a empresarios, ejecutivos y celebridades.
El diseño del Learjet tiene inspiración en el prototipo de lo que sería un caza suizo de ataque al suelo, el FFA P-16, desarrollado por el fabricante Flug- und Fahrzeugwerke Altenrhein AG. En la década