LA MUERTE DE HITLER
POCO ANTES DE LA LIBERACIÓN DE PARÍS, HITLER LOGRÓ SALVAR LA VIDA TRAS SUFRIR UN ATENTADO EN LA GUARIDA DEL LOBO EL 20 DE JULIO DE 1944. A pesar de resultar fallido este hecho causó honda impresión en su ánimo e incluso en su estado físico, hasta tal punto que muchos historiadores sugieren que tuvo amplias repercusiones en su salud mental. A finales de 1944 su debilidad física ya era evidente, e incluso se ha sugerido que pudo haber su frido la enfermedad de Parkinson. Al mismo tiempo que la enfermedad iba consumiendo a Hitler, los ejércitos aliados empezaban a presionar las fronteras de Alemania por lo que Hitler se vio obligado a refugiarse en Berlín desde enero de 1945 para coordinar la posible respuesta ante la contundente ofensiva soviética sobre la Alemania Oriental.
Desde finales de este mes los informes negativos no hacían más que sucederse; le comunicó que la pérdida de la zona industrial de Silesia significaba la imposibilidad de seguir abasteciendo a un ejército alemán cada vez más inoperativo y sin capacidad de respuesta, y po cos días después Hitler sufrió en sus propias carnes la contundencia
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