Patrimonio de la Humanidad desde 1985, Pelourinho reúne el mayor conjunto colonial de estilo barroco portugués de toda América Latina
Tras nueve horas de vuelo desde Madrid llegamos de noche cerrada. Hace calor en el verano del trópico austral. La gente charla en las estrechas calles empedradas de iluminación mortecina del viejo Salvador. Se oye música de percusión y algarabía, es la semana previa a carnaval y se palpa el ambiente de fiesta.
En el año previo a la pandemia nada hacía presagiar lo que se cernía sobre el noreste de Brasil, la segunda de las cinco regiones con mayor número de muertos y contagios, tras la zona sudeste, por donde entró la epidemia de Covid al país. Una auténtica desgracia.
En Salvador, el 80% de la población es descen-diente de antiguos esclavos que