“Juicio histórico” Los primeros en llegar al Bataclán
PARÍS.- “La confusión era general. Nuestros celulares timbraban sin cesar. Las comunicaciones por radio se volvían cada vez más tensas y complejas. Arrancamos primero para el Estadio de Francia, donde nos señalaban tiroteos y explosiones. Luego nos alertaron: ‘Balaceras en terrazas de cafés en los distritos 10 y 11’. Cambiamos de rumbo. Pero al llegar a la Plaza de la República nos avisaron: ‘Urgente… tiroteos y ráfagas en el Bataclán’.
“Estábamos cerca. Le pedí a mi chofer y compañero de equipo que acelerara. Llegamos a la sala de conciertos a las 21:50. Oímos los disparos. Fuera del Bataclán era el caos: tres personas yacían en la banqueta, el suelo estaba cubierto de cristales rotos…
“De pronto se abrieron violentamente las puertas del Bataclán y surgió una masa compacta de unas 30 personas. Aullaban. En mi recuerdo esa masa tiene un rostro: el de una mujer despavorida y una voz: la de un hombre que nos gritó: ‘Apúrense, mi mujer sigue adentro’.”
Los ataques de tres comandos del Ejército Islámico costaron la vida a 130 personas –90 de ellas en el Bataclán– y dejaron lesionados a más de 800, según el nuevo recuento de las autoridades.
Guillaume C. y Gregory D., su subalterno, pertenecían a la Brigada de Lucha contra la Criminalidad (BAC) del noreste de la capital. Enfrentar a delincuentes era su
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