Ahora el tiempo juega contra las evidencias de los 43 normalistas
Aunque la “verdad histórica” sobre el caso Ayotzinapa que construyó Jesús Murillo Karam, entonces procurador general de la República, se ha venido desmoronando, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y la Fiscalía General de la República (FGR) aún se encuentran en la elaboración de “nuevas líneas de investigación” bajo el apremio de los padres y familiares de los 43 normalistas detenidos y desaparecidos hace siete años en Iguala, Guerrero.
Las nuevas indagatorias de la 4T se enfrentan a los efectos del paso del tiempo sobre las evidencias y a la obstinación de las autoridades de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) para concentrar en un lugar el infierno que padecieron los estudiantes de la normal rural entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014.
El martes 21, acompañado por el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas, el fiscal especial para esclarecer la desaparición de los estudiantes, Omar Gómez Trejo, realizó ante la prensa un recorrido por la barranca de La Carnicería, ubicada a 800 metros lineales del basurero de Cocula donde el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y la entonces PGR reunieron 63 mil restos óseos humanos.
En el recorrido, Gómez Trejo informó que esta barranca era un lugar
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