A ESCALA HUMANA
Orientada a los cuatro puntos cardinales, la luz va cambiando de intensidad y tono en su recorrido por los distintos espacios de esta vivienda ubicada a las afueras de Madrid. Se trata de un unifamiliar aislado de , con estructura de madera CLT (paneles contralaminados), edificado en una parcela cuyo desnivel permitió levantar dos plantas. La baja, con su jardín al norte, aloja la zona de invitados, gimnasio y otros usos secundarios, incluido el garaje. La planta superior, vinculada a la zona ajardinada más amplia, en la que también está la piscina, agrupa todas las estancias familiares. Los propietarios -una pareja con niños pequeños- confiaron en el estudio Ábaton para realizar este proyecto al completo: además de de la arquitectura y la construcción, también han firmado el trabajo de interiorismo y el paisajismo. Un cinturón verde abraza la casa por el exterior, pero un patio central acristalado, al que se llega desde el acceso a la parcela, comunica las dependencias comunes, funciona como núcleo en torno al que giran y se relacionan visualmente. Está pensado para permanecer abierto durante los meses de clima templado; es un magnífico sistema de ventilación y de entrada de la luz del sur en la zona norte y viceversa. En los distintos espacios se instalaron grandes ventanas correderas que, una vez abiertas, desaparecen completamente tras los muros, tal como sucede en el salón, confiriendo a toda esta superficie de 3,6 m de altura la sensación de un gran porche continuo. O en el dormitorio principal: una gran puerta deslizante da paso directo a la lámina de agua unida a la piscina y que la recoge de aquella. A esta habitación se llega a través de un baño-vestidor inundado de claridad procedente de un segundo patio... La luz, la naturaleza, la esencia del lugar son prioritarios en cualquier proyecto del estudio, que diseña casas “desde dentro”, cuidando al máximo cómo las viven sus moradores. Por eso, el trabajo de interiorismo y amueblamiento está muy vinculado a esta experiencia. Piezas de arte y diseño de nombres consagrados, como Serge Mouille, Miguel Milá o Patricia Urquiola, conviven con otras de la propia colección de Ábaton o adaptadas por el estudio para crear atmósferas armoniosas pero muy vivibles. El envolvente debe ser bello pero no menos que el contenido que encierra.
