DUROS POR NATURALEZA
Esparta entera era una fortaleza. De ahí que, haciendo honor a su fama histórica de tierra guerrera por excelencia, la polis a orillas del Eurotas se permitiera no tener murallas. Ello era posible por la ferocidad de su ejército, pero también por sus condiciones geográficas. Cuando se mira un mapa, se evidencia que la ciudad-Estado se encontraba bien resguardada en la cuenca de ese río. Situada en medio de la meseta que vertebraba la arteria fluvial, estaba rodeada por cordilleras en tres de sus cuatro flancos. La morfología de esta región, llamada Laconia, se puede comparar con la letra lambda (Λ), la ele griega que, semejante a una uve invertida, servía de insignia en los escudos de los famosos hoplitas espartanos.
Protegiendo el ala occidental lacónica se hallaba el macizo del Taigeto, de más de dos mil metros de altura (y
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