LAURA ESTHER GALVÁN La incertidumbre después de Tokio
GUANAJUATO, GTO.– Hace dos años, Laura Esther Galván Rodríguez dejó su empleo como ingeniera de alimentos en Estados Unidos, también su departamento y su auto, y volvió a la comunidad La Sauceda, en la capital del estado, para retomar el atletismo y correr a sabiendas de que ser deportista de alto rendimiento en México es un riesgo “en el que no hay nada seguro: ni apoyos ni contratos ni una medalla ni qué sigue para ti”.
La apuesta de ella fue a sí misma. “Le aposté a mis sueños”, dice la fondista de 29 años, después de participar en las competencias de mil 500 y 5 mil metros en Tokio.
Laura decidió asumir el azaroso camino de una atleta en México. “Desde que llegué sabía de las carencias que habría, sabía de su
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