Curas caseras para los dolores más comunes Segunda parte

DOLOR DE ESPALDA

Son tantas las personas afectadas por este insoportable padecimiento y además su origen es tan difícil de determinar que podemos considerar al dolor de espalda como uno de los males del siglo. El modo de vida sedentario, el estrés y el debilitamiento de los huesos que sobreviene con la edad son algunas de sus causas. Sin embargo, hay dolores y dolores. Los que se producen luego de un mal movimiento no son casos tan graves, ya que el dolor suele pasar en pocos días. Con reposo y calor generalmente se alivia, aunque también se puede recurrir a un tratamiento con medicamentos descontracturantes, antinflamatorios, técnicas de manipulación, según consejo médico.

Pero quienes más lo sufren son sin duda los que lo sienten en forma crónica. Por eso si uno sufre de la espalda desde hace varias semanas y ya no sabe qué hacer, lo más prudente será que antes de probar tal o cual técnica antidolor se preocupe por saber exactamente por qué le duele. En ese caso recordá que sólo el médico es el indicado para plantear un diagnóstico ya que se deben descartar los dolores “engañosos”, que no provienen de la columna vertebral. Por ejemplo, ciertos problemas pancreáticos o renales que muchas veces son culpables de fuertes dolores en la espalda y cintura.

5 HABITOS QUE PROTEGEN SU ESPALDA

● 1) Tener el peso adecuado: Muchos médicos recomiendan a las personas que tienen sobrepeso que adelgacen. Eliminando un exceso de 3 a 5 kilos ya comienza a reducirse la tensión en la espalda. Otros opinan que sólo los muy obesos notan la diferencia al adelgazar. Más allá de las divergencias una cosa es cierta, mantenerse en el peso justo es una buena medida para no sobrecargar al esqueleto.

● 2) Hacer ejercicio regularmente: Incrementar la actividad física es fundamental para mantener aceitado el delicado engranaje que es nuestra columna vertebral.

● Sentarse bien al manejar el auto puede reducir las posibilidades de los dolores de espalda en la región baja. Una postura demasiado derecha con las piernas a un ángulo 90 grados alejadas del asiento, combinadas con las vibraciones de un vehículo en movimiento incrementa la actividad muscular y la presión en los discos de la espalda. Los mejores asientos de los automóviles son los que permiten llevar el respaldo hacia atrás por lo menos a unos 20 grados alejados de la postura vertical y proveen un soporte adecuado a la región baja de la espalda. Las vibraciones