Cuando era niña sus compañeros de curso solían llamarla despectivamente señorita vocabulario. “Y era lo peor, era como decir ‘qué aburrida’. En mi casa podía faltar cualquier cosa, pero un libro, jamás”, recuerda Carla Guelfenbein, la destacada novelista chilena ganadora del Premio Alfaguara el año 2015 y una de las escritoras más exitosas del último tiempo en Chile. Las palabras siempre le han significado algo muy importante, y desde pequeña le permitieron verter sus sentimientos y mirar desde una cierta distancia la propia experiencia personal. “Me encanta poder percibir y sentir la palabra como algo que está vivo, que se está moviendo, que tú la tomas y que con ella construyes tu propia realidad”, explica.
Sin embargo, la literatura no estuvo siempre entre sus prioridades.