LAS AUTÉNTICAS 30 MONEDAS DE JUDAS
Desde que hace algunos meses se estrenó la serie 30 Monedas, de Álex de la Iglesia, no he dejado de recibir mensajes de amigos y familiares empeñados en preguntarme si la había visto y, de ser así, qué me había parecido. Supongo que, conociendo mi interés por todo lo concerniente a la vida y obra de Jesús de Nazaret, además de mi pasión por la numismática, una serie donde se mezclaban armoniosamente ambos conceptos no podría pasarme inadvertida. Así que, robándole tiempo al trabajo, a los estudios y al sueño, cedí a la tentación y comencé a curiosear los primeros capítulos.
Si algo debemos reconocerle al director vasco, además de haberse rodeado de un fabuloso elenco de actores, es haber sacado del ostracismo una de las reliquias más increíbles y, sin embargo, también más desconocidas de la cristiandad, las treinta monedas de plata que Judas recibió por traicionar a Jesús.
LA MAGIA DE LAS MONEDAS
Siempre he pensado que, si les das la oportunidad, los objetos son capaces de contar historias, a veces incluso de épocas donde los dioses y los héroes caminaban juntos sobre la tierra. Las monedas, en este caso, son el mejor ejemplo. Si leemos con atención, veremos que la Biblia está repleta de reseñas donde los profetas y patriarcas hebreos se vieron obligados a utilizar el dinero de su tiempo para ultimar alguna transacción. Sorprendentemente, muchas de esas piezas de oro, plata, bronce y cobre todavía se pueden encontrar en el mercado, en diferentes museos, o en colecciones privadas, lo que aporta una innegable historicidad a determinados capítulos y pasajes del volumen sagrado.
Según , Abraham compró la cueva de Macpela a Efrón, hijo de Zohar, para sepultar el cuerpo de
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