IGLESIAS ENFRENTADAS
ENTRE 1936 Y 1937 HITLER Y SUS ACÓLITOS COMENZARON A APRETAR EL NUDO SOBRE EL CUELLO DEL CLERO ALEMÁN. De hecho Karl Wolff y algunos profesores universitarios recibieron la orden de elaborar un plan sistemático para crear un marco cultural y filosófico que sustituyera el cristianismo. En el borrador, en el que se expresaron las ideas de Heinrich Himmler, se decía que había llegado "la era del enfrentamiento decisivo con la Cristiandad", y que las SS debían proporcionar al pueblo alemán fundamentos ideológicos. El Führer, por su parte, había asegurado "que el cristianismo estaba maduro pasa su destrucción" y que las tres grandes batallas que tenía que librar Alemania eran contra la lucha obrera, los judíos y el ultramontanismo católico.
Como prueba de que nada fue resultado del azar, en "Mein Kampf", ocho años antes de su ascenso, Adolf Hitler manifestó que "el dogma solo se pronunció una vez", consciente de que cualquier victoria sobre la Iglesia pasaba por emular su programa de fanatismo contra todo lo anterior. Al respecto, seguía diciendo: "La grandeza del cristianismo no consistió en tentativas de reconciliación con las opiniones filosóficas de la antigüedad que tenían ciertas semejanzas con las suyas, sino, por el contrario, en la infatigable y fantástica.
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