Con voz propia
“TENEMOS MUY BUENA RELACIÓN. ELLA ES MUY PROTECTORA CONMIGO Y YO PROCURO NO SER MUY PESADA E INMISCUIRME LO MENOS POSIBLE EN SU VIDA…”, MERCEDES RUIZ.
“EMPRENDER NO ES FÁCIL. HAY MOMENTOS DUROS EN LOS QUE ROZAS EL SUELO […]. HE TENIDO LA SUERTE DE CONTAR SIEMPRE CON EL APOYO DE MI MADRE EN ESTO”, MERCEDES GALLEGO.
Hay algo inexplicable en el vínculo entre una madre y una hija. Una complicidad que es difícil Mercules no solo los agradece, sino que los necesita, y eso que, después de tantos años buceando en la industria textil, la seguridad en este terreno le sobra. «Ella siempre me ha dado su opinión y yo siempre se la he pedido. Solo me quedo tranquila cuando tengo su aprobación», replica la diseñadora. El refranero español rara vez se equivoca, pero es que aquello de que ‘de tal palo, tal astilla’ es especialmente cierto viéndolas ante la cámara. Y eso que, dicen, en la personalidad difieren: «¡Mucho! Mi madre es mucho más delicada y sensible que yo», ríe Mercedes, la hija, antes de apuntar, eso sí, que fue Mercedes, la madre, quien le contagió el interés por la moda: «Desde pequeña nos íbamos juntas de tiendas. Siempre ha tenido ‘estilazo’, así que supongo que me pegó su manera de entender la moda y el consumo».
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos