Creatividad infinita
PARECIERA QUE LA CREATIVIDAD DE MIQUEL BARCELÓ no tiene límites. La exposición que el Museo Picasso de Málaga acoge hasta septiembre, es una buena prueba de ello. Cerámicas, pinturas, acuarelas, cuadernos de artista e incluso libros ilustrados –cerca de cien obras en total– forman parte de esta muestra que pone la atención en dos de las características de Barceló: la condición cultural trashumante de un artista que vive entre Mallorca, París y Mali y que crea su propio universo artístico allí donde viaja –hay acuarelas realizadas en Tailandia o la India, y su capacidad de reinvención. “Cada obra es experimental –señala–, cada obra es un ensayo para otra, que quizás no existirá jamás. Y eso creo que es tan válido para mi pintura como para mi cerámica o para cualquier cosa que salga de mi mano”.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos