Joan Margarit

na vez se le preguntó a (1938) que, si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Y entonces contestó: _No soy escritor. Soy poeta. Muchos funcionarios, por ejemplo, han escrito más que yo. Es esa conciencia de ver el mundo y de reescribir la propia memoria, de sesgo poético, lo desde 1980–también tocó el cielo, colaborando en proyectos cumbre de Barcelona, como la reforma del Monumento a Cristóbal Colón, el estadio y anillo de Montjuic y en las obras de la Sagrada Familia.