DANI GARCÍA “NO ME VEO CON 60 AÑOS COCINANDO”
Dejar a un lado un camino llano y exitoso para adentrarse en otro incierto no es una decisión fácil de tomar. No obstante, Dani García lo hizo. Y salió bien. Este cocinero marbellí abandonó la cima de la gastronomía tras alcanzar su tercera estrella Michelín para transformar por completo su negocio en uno más asequible a todos los públicos. Cambió las esferificaciones por las croquetas, el nitrógeno líquido por la ensaladilla rusa y emprendió un viaje sin retorno del que no se arrepiente.
Ocurrió en 2019, justo cuando guía culinaria más antigua y prestigiosa de Europa le otorgó su tercera estrella. Para entonces, García ya había alcanzado el reconocimiento de la profesión y de la crítica aupado por las enseñanzas de Martín Berasategui y un ADN gastronómico que unía la tradición andaluza y las más vanguardistas técnicas internacionales.
“Fue una decisión personal, de hacer las cosas
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