MÚSICA, MAESTRO
No hay baile sin sonido de fondo, un ingrediente básico para dinamizar las clases. Según González León, hace que todos vayamos al mismo ritmo y genera energía». Un buen rollo que también destacan desde Síclo, donde pinchan una variada: «Depende del estilo de la clase y del de los pero suele ser pop, electrónica, sintonías animadas para crear buen ambiente». En cambio, en el estudio de Elena Marco suenan piezas orquestadas o de piano compuestas específicamente para estas clases, nunca música moderna, porque su función es la de acompañamiento, de ayuda a la concentración. Pero, independientemente del estilo, está demostrado que música y baile construyen un binomio con superpoderes, capaz de ahuyentar el estrés. Como afirma Júlia Ndocky, entrenadora del club Metropolitan, «tienen un componente de diversión y nos permiten dejar atrás las preocupaciones. Con cada movimiento, el cuerpo se va soltando y nos sentimos más libres, relajados y alegres».
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos