Holocausto caníbal (1980) de Ruggero Deodato
e puede acusar de muchas cosas a (1980). De su violencia gratuita y repulsiva, de sus pobres actuaciones, de su retrato cuando menos degradante de las comunidades indígenas, de la crueldad que supuso su rodaje para ciertas especies animales… Pero hay que reconocer que a Ruggero Deodato le salió bien la jugada. Demasiado bien. Si su intención era que el mundo creyera que lo que veía en pantalla (documentales sensacionalistas sobre la vida de culturas primitivas) y acabó pergeñando todo un subgénero terrorífico: el o metraje encontrado, popularizado después a raíz del éxito de (1999). Porque lo que se mostraba en no era una recreación: eran las muertes reales de los protagonistas, filmadas con sus propias cámaras. O al menos así Deodato su filme. ¿Conclusión? Una de las películas más controvertidas de la historia, prohibida en al menos cincuenta países.
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