DALTONISMO
ohn Dalton nunca pensó que su visión fuera peculiar hasta que, en el otoño de 1792, observó el color de la flor de un geranio iluminado a la luz de las velas. En pleno día, le hubiera parecido azul (a pesar de que era rosa), pero bajo esas circunstancias lo veía claramente rojo. “Aunque no tenía dudas de que tal cambio de color sería igual a todos, solicité a algunos de mis amigos que observaran el fenómeno; sorprendiéndome que todos estaban de acuerdo en que el color no era sustancialmente diferente de lo que era a la luz del día, excepto en el caso de mi hermano, quien percibió el mismo cambio de color que yo”, escribió en 1794. Aquella revelación no fue más que el inicio de una extensa investigación sobre la teoría de los
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