Los entretelones de la nueva Ley de Seguridad
WASHINGTON.- Por primera vez desde 1961, cuando México firmó con Estados Unidos la Convención Internacional de Relaciones Consulares, las actividades de los agentes extranjeros de seguridad e inteligencia se verán acotadas por la nueva Ley de Seguridad Nacional.
El primer indicio de que habría cambios en la cooperación bilateral en materia de seguridad lo recibió el gobierno de Donald Trump el pasado 17 de marzo por medio de una carta que el gobierno mexicano envió a William Barr, cabeza del Departamento de Justicia de Estados Unidos (Proceso 2295).
Firmada por el canciller Marcelo Ebrard y por Alfonso Durazo, entonces Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, la carta era una clara señal de lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretendía hacer con los agentes estadunidenses.
Sustentada en, en el que se reveló que por primera vez desde su creación, en 1973, la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA) admitió que su país tiene sus propios cárteles del narcotráfico, la carta del gobierno mexicano le expuso a Barr que la nueva cooperación sería sobre otras bases.
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