Madame Pinault
Hace 30 años Salma Hayek dejó México y desde entonces las noticias que recibimos de ella han ido in crescendo: su actuación junto a Quentin Tarantino y George Clooney en Del crepúsculo al amanecer en 1996 (¡y la escena supersexy del baile con una pitón!); su nominación al Óscar como Mejor actriz en 2002 por Frida (convirtiéndose en la primera mexicana y latina en recibir la distinción); su gran éxito en la televisión estadounidense como productora de Uggly Betty... Siempre activa y protagonista de las alfombras rojas más exclusivas, supo rodearse de ʽla crema y nataʼ de Hollywood y Europa. Pero entonces se esparció un notición: Salma se casaba con el empresario multimillonario François-Henri Pinault, presidente de grupo Kering, conglomerado francés de marcas de lujo como Gucci, Yves Saint Laurent, Alexander McQueen o Balenciaga, entre otros negocios. Así, veíamos a ʽnuestraʼ Salma entrar a las grandes ligas. Periódicos y revistas documentaron su fastuosa boda en Venecia, en 2009, a la que asistieron invitados de la talla de Penélope Cruz, Bono, Javier Bardem, Ashley Judd, Charlize Theron, Stella McCartney y Anna Wintour. Así se casaba ante la incredulidad y el asombro del mundo.
Hoy día, la veracruzana mantiene un matrimonio sólido del cual se siente orgullosa, al igual que de su hija, el próximo filme de superhéroes de Marvel, y a principios de enero estrenará la segunda temporada de , serie que produjo para Netflix y con la cual ha proyectado en el extranjero una cara mucho más ʽglamurosaʼ de México, lejos de los viejos y conocidos estereotipos.
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