LA PIEDRA DEL DESTINO
UANDO JACOB DESPERTÓ FUE INMEDIATAMENTE CONSCIENTE DE LO QUE HABÍA OCURRIDO. Había tenido una revelación divina y como prueba y recuerdo de ese sueño profético decidió conservar la Piedra que desde entonces se convirtió en uno de los objetos de culto más importantes del pueblo judío. El hijo de Abraham decidió llevársela hasta Egipto para cedérsela a José, y allí permaneció celosamente custodiada por los quién habría llevado consigo la famosa piedra y otros tesoros sagrados.
