LA REVOLUCIÓN DEL RENTING FLEXIBLE
Si hace apenas un año estábamos hablando de “la transformación de la movilidad urbana”, por la que cada vez más ciudadanos renunciaban a tener coche privado y abrazaban los sistemas de vehículo compartido para sus desplazamientos en ciudad, la crisis de la covid-19 ha vuelto a impulsar, contra todo pronóstico, el uso del coche particular, en busca de mayor seguridad frente al contagio del coronavirus.
Pero la crisis económica general provocada por la pandemia está incidiendo negativamente en todos los sectores productivos y todos adecúan sus movimientos estratégicos a las nuevas circunstancias. Entre las empresas de renting se está extendiendo la fórmula del llamado “renting flexible”, para ofrecer soluciones a corto plazo que ayuden al ciudadano a tener movilidad en unas circunstancias concretas y muy cambiantes. MásQRenting, por ejemplo, es una comercializadora de renting que trabaja en productos casi a medida de cada cliente, con planes para particulares a partir de tres meses, con devolución sin cancelación; a largo plazo con cancelación gratuita a partir del séptimo mes, o sus Bonos Mobility, de quince días de duración, consecutivos o no, que, tal y como explica su directora general, María Martínez, “se pueden usar como se quiera dentro de un plazo de doce meses”,
