ADIÓS COMPLEJOS
Oct 30, 2020
2 minutos
EL AÑO PASADO CADA VEZ QUE IBA ALde mi hijo a recogerlo, me encontraba aparcado un Cupra Ateca. Me llevé una enorme y agradable sorpresa al ver que quien lo conducía era nada más y nada menos que la por aquel entonces directora del centro, una suiza con más de 60 primaveras en su haber.
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