EN NOMBRE DEL TOFU
na amiga de Sevilla tiene, cuenta siempre, un plan. Va a ponerle dos nombres a cada uno de sus hijos. El primero, exótico, raro, con consonantes que choquen sobre las vocales como los platillos de las baterías y vocales que se deslicen bajo las paletas por el tobogán de la de señores que escriben sobre , Paul Newman, los hoteles y la felicidad. Hace unas semanas mi amiga sintió un escalofrío. El aire acondicionado estaba apagado. Pero la piel se le había puesto de gallina. Solo otros tres factores logran en ella aquel efecto: las camisas masculinas mal abotonadas, los perezosos en movimiento y llamar a una política por su nombre de pila para desacreditarla. Comprobó de reojo la camisa de su novio. Todo, como siempre, en su sitio. Lo único perezoso a su alrededor, por otra parte, eran sus propios cuádriceps. Abrió Twitter. Necesitaba la comprobación. La encontró en forma de retuit. La ministra de Igualdad había llamado a Álvarez de Toledo Cayetana. Se acordó de cuando, de camino a la facultad, un señor mayor le repetía cada mañana, en la parada de autobús, la misma frasecilla. Qué guapa va esta niña. También del hombre que, volviendo a casa, se le acercó demasiado con un guapa, cómo te llamas. Las intenciones, se empeñó, tonifican las palabras. A solas, son tofu crudo. Al otro lado del río, los entusiastas de CAT también la tutean. Si su hipótesis es correcta, con su uso del Cayetana buscan la cherificación. O la beyoncización. El nombre propio, al positivarlo, coge peso y expulsa los apellidos. Pero aquello lo escribió, arrebatada, la ministra de Igualdad. Mi amiga no dice exactamente lo que piensa de ella porque no, porque no lo va a decir. Se alegra, no lo esconde, de que el adocenamiento más laureado vaya perdiendo, de forma efectiva, su género. De golpe, en aquel vídeo viral, la ministra le recordó a Noemí Argüelles. Pero todos tenemos un poco de la CM de Paquita Salas entre las uñas. Porque bueno, te lo voy a decir. Mira: la amiga soy yo.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos