EN EL REINO DE QUINN
asus casi treinta años, Richard Quinn (Londres, 1990) es un diseñador con éxito que rompe con los prejuicios que esta industria acelerada podría tener de un creador con semejantes etiquetas. Pero ni moda rápida ni deportivas que se venden como churros ni logotipos en exceso. El británico se aferra a la inspiración en las agujas clásicas y a la concepción de la moda, algo teatral, como una vía de escapismo a otras realidades. Una idea que le ha situado como uno de los modistos británicos más relevantes del momento.
