NATY
«HAY MUY POCOS CREADORES QUE REALMENTE DESTAQUEN POR DEFENDER SU UNIVERSO PROPIO SIN IMPORTARLES LAS TENDENCIAS Y MIRANDO AL FUTURO»
«EN LOS AÑOS 60 Y70 LA CREATIVIDAD EN LA MODA GOZABA DE MAYOR LIBERTAD»
«EL ODIO O EL RENCOR NO SON BUENOS COMPAÑEROS DE VIAJE Y YO, PERSONALMENTE, NO LES HE INVITADO NUNCA A SUBIRSE AL TREN CONMIGO»
La descubrió Elio Berhanyer, la catapultó China Machado, se». La pregunta es obligada: ¿qué echa hoy de menos en el mundo de la moda? «Auténtica personalidad propia en los diseñadores, tengo la impresión de que todo lo que proponen proviene del pasado y se ha adaptado al presente. Eso sí, con mucho criterio. Sin embargo, hay muy pocos creadores que realmente destaquen por defender su universo propio sin importarles las tendencias y mirando al futuro. ¿Algún ejemplo? Pierpaolo Piccioli, Dries Van Noten, Giambattista Valli, Haider Ackermann o Iris Van Herpen». Confiesa que, además de su trabajo, la belleza del arte, la literatura, la naturaleza y la amistad sigue dando sentido a su vida, y nos da una lección ejemplar cuando contesta a cuál es el verdadero marcador del éxito: «Conseguir hacer realidad tus sueños en la vida sin necesidad de pasar por encima de nadie». Para ella la moda es sacrificio: «Desde fuera puede parecer frívola y superficial, pero es un trabajo duro y hay que dedicarle muchísimo tiempo para conseguir excelentes resultados. Probablemente ese tiempo que podía haber empleado de otra manera sea la principal renuncia en mi vida para lograr la excelencia... de la que no me arrepiento, obviamente». Exmodelo, estilista, productora, empresaria... En un ejercicio vital, asegura que de los cinco sentidos el que tiene más desarrollado es ¡la vista!, «¿o no crees que tengo buen ojo para la moda?» –pregunta, y continúa– «Y también para la decoración y el interiorismo. Pero el gusto para disfrutar de la buena gastronomía es otro de mis sentidos bien desarrollados», dice riendo. Esta nómada absoluta, así se declara, asegura que «viajar es la clave para mantenerse en buena forma física y mentalmente. Además de ayudar a enriquecer el alma a través de la maravillosa diversidad cultural que nos ofrece el planeta Tierra». Ella, como Robinson con su isla o Platón con su cueva, también tiene un jardín secreto, un refugio solo suyo que está en Portugal y que viene a ser su paraíso personal, donde se retira para recuperar la energía. Pero si le enfrentásemos a un mapamundi, ¿dónde posaría su dedo? «En algún lugar de Hispanoamérica... o del Mediterráneo, como Italia... probablemente, pero mis otras siete maravillas del mundo son Sevilla, Nueva York, París, Ciudad de México, Roma, Jaipur y Lanzarote». Y, ojo, asegura que su locura personal favorita es «cambiar de país viajando varias veces en una semana..., en vez de agotarme, me da la vida». Luchadora incansable, asevera que «el odio o el rencor no son buenos compañeros de viaje y yo, personalmente, no les he invitado a subirse al tren conmigo nunca». Abascal, después de más de 60 años de carrera, resume su biografía en tres síes y tres noes: «Sí al amor, al arte y al respeto... No a la violencia, no a la destrucción, no a la negatividad».
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