VIETNAM en el cine
EL OLOR A NAPALM POR LA MAÑANA
n la rueda de prensa de en el Festival de Cannes de 1979, su director, Francis Ford Coppola, afirmó: “Mi película no es sobre Vietnam, es Vietnam”. Una frase sin duda arrogante pero que, más de 40 años después, define el estatus del film como obra maestra imbatible acerca de dicha guerra (o de la guerra, a secas). Ganadora de la Palma de Oro en Cannes, de un par de Oscar técnicos–fotografía y sonido–y del inmediato favor del público–si bien su éxito no logró compensar el colosal desastre financiero de su producción: tres años y medio desde el inicio del rodaje hasta el estreno, un tifón que destruyó los sets, un infarto del protagonista, Martin Sheen, mil excesos presupuestarios causados por el indomable Marlon Brando–, las críticas iniciales fueron dispares, aunque el influyente Roger Ebert vino a decir lo mismo que Coppola con otras palabras: “Es el mejor film de Vietnam porque se atreve a ir a las tinieblas del alma; no es sobre la guerra, sino sobre cómo la guerra revela verdades que preferiríamos no saber”. Precisamente, el guión adapta libremente la novela corta de Conrad (1899) sustituyendo el Congo esclavista por Vietnam y el colonialismo europeo por el belicismo americano, con escenas tan brutales como esa en la que el
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos