Aura de icono
Mia Goth (Londres, 1993) ha nacido para actriz de culto. Eso es una impresión física que se palpa cuando se la ve en su propia piel, lejos de cualquier personaje, con una insulsa habitación de hotel como fondo y sus ojos entre aniñados y extraterrestres marcando el compás de la conversación. Pero también hay una base objetiva; las mujeres a las que admira son damas del cine de autor, como GenaSu misma filmografía ha ido sumando directores tan idolatrados como Lars von Trier (con él debutó en Luca Guadagnino Gore Verbinski o Claire Denis mientras los medios se ocupaban más de sus relaciones con Shia LaBeouf, con quien estuvo casada, y Robert Pattinson. Ahora, tras tanta cinta oscura y espinosa, como su apellido, se mete en los coloristas paisajes de (17 de abril), nueva versión de la novela de Jane Austen firmada por la fotógrafa Autumn de Wilde. Y, oyéndola engarzar adjetivos como «explosivo», «vibrante» y «delicioso» para describir un film que parece un cuadro en movimiento, descubro algo más que la hace concitar pasiones: una inmensa capacidad para sorprender.
