Lady Di de nuevo bajo e SPOTLIGHT
Ainicios de la década de los 80, cuando las mujeres en Reino Unido se casaban en promedio entre los 22 y 23 años, Diana Spencer se alistaba, a sus 20, para convertirse en esposa del futuro heredero al trono, Charles Philip Arthur George Mountbatten-Windsor. A pesar de los 13 años de diferencia entre la pareja y la fama de donjuán que perseguía al príncipe, en ese momento toda su historia de amor parecía retomada de un cuento de hadas.
Ese espíritu novelesco se intensificó el 29 de julio de 1981, cuando millones de espectadores vieron por televisión a Lady Di con un vestido voluminoso y acompañada de una cauda de 7.62 metros, un velo de 140 metros de tul y un no menos ostentoso ramo de mitros y lirios del valle. Ella y Carlos estaban listos para caminar rumbo al altar.
Ahora sabemos que esa magia realmente nunca existió. Horas antes de casarse, Carlos se reunió con un grupo de amigos y describió a su esposa como: “Exquisitamente hermosa, una amapola perfecta, pero muy niña, ni siquiera parece lo suficientemente mayor como para haber terminado la escuela, mucho menos para casarse”, de acuerdo con el documental Charles and Di: The Truth Behind Their Wedding.
Mientras que para Diana, quien, de National Geographic. Y cómo no pensarlo así, si estaba por iniciar una etapa llena de restricciones; la principal de ellas: perder su libertad y tener que luchar por ella en cuanto notó que Carlos, su marido, estaba enamorado de otra mujer, Camilla Rosemary Shand.
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