TIEMPO AIRE
UNA TARDE SOLEADA DE LUNES, en Venice Beach, un joven alto con camiseta y pantalones holgados salta sobre una barandilla del skatepark. Deja caer su patineta sobre el concreto, pone el pie izquierdo en la tabla y se desliza por el perímetro del parque de patinaje con creciente velocidad. Desciende en uno de los dos bowlsprofundos y, en cuestión de segundos, vuelve a subir para elevarse muy por encima del borde opuesto. Entonces se aproxima a una plataforma y, justo antes de saltar sobre ella, da un pisotón en la parte posterior de la tabla, levantándola y haciéndola girar 360 grados, movimiento que repite mientras sale volando por el extremo opuesto de la plataforma y aterriza en el pavimento.
Su nombre es Sean Davis y desde los ocho años se ha definido ante todo como un skater. Nativo de Naperville, Illinois, emigró a Los Ángeles el año pasado, durmiendo en sofás prestados o incluso en su auto. Todo para estar en el lugar donde nació su deporte.
De un pasatiempo callejero a un deporte que cobró impulso en los años cincuenta del siglo pasado como parte de la escena delse ha convertido en un estilo de vida cuya filosofía de informalidad e improvisación se ha extendido a Shanghái, São Paulo, Helsinki y hasta Kabul. Tiene su propio lenguaje (, , , ) fundadores (Tony Alva, Steve Caballero, Tony Hawk), una revista oficial (, en San Francisco), un documental hito ([2001] dirigido por el legendario Stacy Peralta y narrado por Sean Penn) y celebridades aficionadas (Justin Bieber, Rihanna, Lil Wayne).
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