LEOPOLDO III EL REY QUE DIVIDIÓ A LOS BELGAS
DOCTOR EN HISTORIA
Según un conocido chiste, el rey Balduino era el único ciudadano belga. Todos los demás eran valones o flamencos. Así reflejaba el humor la difícil articulación de un país dividido en dos comunidades étnicas y lingüísticas diferentes. Un socialista, Jules Destrée, había expresado la misma idea en 1912: “Los belgas no existen; solo hay flamencos y valones”. Algunas décadas más tarde, la denominada “cuestión real”, en torno a la polémica figura del rey Leopoldo III, puso a prueba esta frágil unión.
En 1940, pese a su inferioridad numérica, el ejército belga combatió ferozmente la invasión nazi en la batalla del río Lys. Finalmente, los alemanes rompieron el frente, en parte, gracias a la defección
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos