SE ACABÓ LA fiesta
Apr 27, 2020
3 minutos
Por Antonio González de Cosío
“Me retiro porque no queda nadie más a quien vestir”, dijo Cristóbal Balenciaga al cerrar su casa de moda en 1968, cuando el prêtà-porter le asestaba un golpe mortal a la , el alma de su creatividad. La situación de aquel momento, con la llegada de una juventud que no quería verse “aseñorada” y que estaba influenciada por las creaciones de Courrèges, Mary Quant y los jeans, anunciaba una nueva era de la moda, en la que Balenciaga ya no encontraba terreno fértil para crear.
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