MUJERES EN LA ANTIGUA ROMA
EMPERADORES, LEGIONARIOS, PRETORIANOS, GLADIADORES, LAS IMÁGENES QUE NOS LLEGAN DE AQUELLOS TIEMPOS SON PRINCIPALMENTE MASCULINAS. Solamente un puñado de nombres femeninos ha llegado hasta nuestros días, ocultos tras múltiples capas de prejuicios. La historia de mujeres como Julia Domna, Mesalina, Cornelia o la gran enemiga de Roma, Cleopatra, nos ha llegado a través de la voz de aquellos que vivieron junto a ellas o que, simplemente, oyeron hablar de ellas. Lo que nos lleva a tener que aceptar que aquellas visiones estuvieron veladas por los prejuicios misóginos de sus autores.
Las mujeres en Roma no vivieron en igualdad de condiciones con los hombres pero en ciertos momentos de su historia, algunas de ellas ostentaron un poder importante y llegaron incluso a poner en jaque al orden establecido.
LA MUJER EN EL ORIGEN MÍTICO DEL IMPERIO
La Roma Antigua se asienta en la historia mítica de Rea Silvia, un relato muy poco favorecedor para las mujeres. Según cuenta la leyenda, esta hija del rey de Alba Longa, Numitor, destronado por su propio hermano Amulio, había sido obligada por su tío a permanecer virgen como Vestal para evitar así que tuviera descendencia. Pero el Dios Marte la violó y de aquella violenta relación nacieron los famosos gemelos Rómulo y Remo, alimentados por la también famosa loba Luperca tras ser lanzados al río y abandonados a su suerte.
Años después, con
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