Entre líneas
Mar 05, 2020
4 minutos
—DIEGO CASTILLO PULGAR
Reducir la marcha
Llega el viernes, y para muchos termina una semana laboral y comienza el ansiado fin de semana. Días en los cuales logramos -o intentamos, la verdad- desconectarnos de toda esa semana de trabajo, compromisos, y hasta de aquellos trámites de la vida diaria.
Pero a veces, el fin de semana se convierte en un día para realizar algunas labores —y no de ocio, precisamente—, dependiendo de nuestra estructura de familia o convivencia, y pocos lo disfrutan realmente a pleno. Aún así, estos días se vuelven un premio… lamentablemente.
El vivir para trabajar —y no al revés— es una consigna que lleva mucho tiempo en el
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos